Día 0

Desde hace muchos años tengo un sueño recurrente. Es un sueño que me agobia y al mismo tiempo me aterroriza. Creo que alguna vez ya lo he escrito en este espacio, pero me gusta recordarlo al igual que el masoquista recuerda con secreciones salibares el dulce placer del dolor que se siente cuando te echan cera caliente en los pezones.

El tema es que en el sueño no me podía licenciar en la universidad porque tenía asignaturas pendientes del instituto, y tenía que volver a repetir COU, consecuentemente en el instituto. Es decir, me agobiaba la idea de volver a un instituto y sentarme en un aula.

Hoy, día 0 en mi currículum docente oficial, he dado mi primera clase, y he llegado a cuatro conclusiones:

1. Que ese sueño era una especie de premonición de que algún día volvería a pisar un aula de instituto.

2. Que por ahora, esto de dar clases me gusta(creo que me lo puedo pasar muy bien haciendo mi trabajo)

3. Que los adolescentes son todos unos cabrones (no me acordaba yo de lo cabron que había sido en mis tiempos).

4. No puedo evitar tener mi propio estilo de dar clase, así que aunque no sea el más correcto, aun no lo puedo cambiar.

En definitiva, una primera experiencia tensa pero divertida, estulta pero concluyente, cabrona y vengativa. ¿Estaré guardando toda la represión de mi época estudiantil para descargarme en estos chavales? La respuesta es: puede (seguido de un jejejejeje maligno).

Hoy ha molado, pero mañana... mañana puede que no tanto.

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Fecha del próximo combate (MinD vs IES): 28 de octubre de 2008

Lugar de combate: IES Jaime II

Contrincante: 1º De Bachillerato y 2º ESO

Queda 1 día

Mañana será el día 0

No es que esté cagado de miedo porque mañana tenga que dar mi primera clase a un grupo de chavales que ni siquiera he visto en fotografía, ni tampoco es que esté acojonado porque no tenga ni una mísera lista con sus nombres, ni el libro de la asignatura, ni las llaves del instituto, ni el código del controlador de asistencia... bueno, en parte sí que me asusta un poco toda esta última parrafada, pero no es nada que no se pueda superar preparándose un poco(cosa que estoy haciendo ahora mismo)

A todos aquellos que habían hecho apuestas sobre dónde me iba a tocar en mi primer destino, que sepais que ha ganado Alicante(por ahora). Mi primera en mi primer instituto es, o más bien será, en el IES Jaime II de Alicante, pero como digo es de suponer que será por muy poco tiempo, porque la baja del profesor no es demasiado grave. Podía haber escogido torrevieja, pero pensé que era mejor luchar nuestro primer combate en casa(aunque sea sin guantes, ni calzones, ni protectores bucales).

En fin, qué quereis que os diga. Como dijo un tipo sabio en un libro que me niego a citar: "Ál principio, siempre está oscuro...". Esperemos que mañana salga un poco de luz y podamos comenzar a contar una buena historia sobre un tipo sin suerte que se puso a dar clases de lengua y literatura, sin demasiados problemas. Y ahora, que todo parece retomar un movimiento curvilineo que apenas conozco espero que el profesor Hubbert Fansworth nos sirva de guia.

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Fecha del próximo combate (MinD vs IES): 26 de octubre de 2008
Lugar de combate: IES Jaime II
Contrincante: 1º De Bachillerato
Queda 1 día

La maldita suerte del hombre sin suerte

No cabe duda que la suerte es un poder del universo que nunca ha estado asociado a mí, y como era de esperar, ésta no iba a ser una ocasión diferente. El hecho es que, como casi todo el mundo sabe, llevo desde hace algún tiempo esperando a que me llamen de la bolsa de trabajo de conselleria. Desde hace dos días, mi posición ha entrado en números negativos, es decir, que ya es el momento, cual parto idiota, de salir de mi oscura cueva para sufrir trabajando en un instituto como profesor sustituto. El problema es que, como siempre, si algo malo o inusual podía ocurrirle a alguien, pues cómo no, me ha ocurrido a mí.

Por una parte, me he llevado una sorpresa al ver que la provincia que en teoría me ha tocado es alicante(y no valencia como suponíamos), peeeeero, no me han avisado todavía de cuándo y dónde debo presentarme. Y es que el funcionariado público siempre ha funcionado así de bien, y en lo que se refiere a gestiones administrativas, mejor todavía. Así que no puedo evitar como un hombre invisible dentro del entramado administrativo de conselleria, y lo que es peor, me huelo una gran putada, como que hayan hecho ya las adjudicaciones y al no estar yo me saquen de la bolsa de trabajo, y entonces sí que la habremos cagado.

De todas formas, como sabéis, siempre me ha gustado una expresión muy visual como es la de "pelear como un gato panza arriba", y he procurado no quedarme quieto para que conselleria no me de por el culo. Gracias a un contacto he conseguido saber que mañana hacen unas adjudicaciones, y voy a estar allí plantado, y si hace falta amenazar con pegarle fuego al edificio hasta que resuelvan este entuerto, lo haré. Ya veremos como se soluciona esto, porque ahora mismo soy un manojo de nervios con un mechero en la mano, a ver si alguien de ahí arriba me echa una mano de una puñetera vez.

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Fecha del próximo combate (MinD vs GVA): 22 de octubre de 2008

Lugar de combate: Conselleria d'educació Alacant

Contrincante: Adjudicaciones secundaria

Queda 1 día

Niños

- ¿Qué problemas? -le pregunto.

Ella me mira fijamente. Callada. Mortecina. Tiene mucho miedo. Soy capaz de sentir el temblor en sus pupilas. El silencio se alarga. No me lo va a decir. Teme por su vida.

- Me gustaría contarte la historia de mi amigo Charlie -intento romper el violento silencio y evitar así que se ponga a llorar.

>>Cuando acabé la carrera me monté un pequeño gabinete junto a algunos compañeros en Madrid. Éramos unos idealistas. Queríamos cambiar el mundo ayudando a la gente en lo que mejor sabíamos hacer: escuchar.
Un día me hizo una visita inesperada mi amigo Charlie. No sé si te he hablado alguna vez de él. Era un chico simpático. Solíamos corrernos muchas juergas en la facultad, y durante algún tiempo fuimos inseparables compañeros de desdichas junto a Javi y Vicky(de los que te hablaré otro día). El caso es que aquella mañana Charlie tenía un aspecto un tanto siniestro. Estaba demacrado, nervioso, e hiperactivo. Como si no hubiera dormido en toda la noche porque tenía algún tipo de temor. Recuerdo que sin decir una palabra se sentó en una silla y empezó a balancearse rápidamente mirando de un lado a otro.

- ¿Qué te ocurre? -le pregunté.

- Tío, no te vas a creer lo que me ha pasado -me respondió abriendo los ojos como platos- Llevo una semana sin poder dormir. Tienes que ayudarme. Tiene a Nuria. ¡Ya no sé que hacer!

- Tranquilo Charlie. Explícate. ¿quién tiene a Nuria? -le pregunté un tanto nervioso.

- Los niños. Se la han llevado sin que yo pudiera hacer nada.

La verdad, no sabía de lo que estaba hablando. Todo lo que decía eran incoherencias propias de un subidón de ácido lisérgico mezclado con mucho alcohol. Intenté tranquilizarlo para que me explicara toda la historia y saber exactamente qué le había pasado a Nuria.

-Como sabes, -continuó Charlie- hace unos meses que me fui a vivir a una pensión compartida donde vivían varias parejas. Todos parecían normales excepto los del fondo del pasillo. Eran gente muy extraño. Yo sabía que se llevaban algo entre manos, como tráfico de drogas o armas, pero prefería no meterme donde no me llamaban. La cuestión es que hace unos quince días desaparecieron. Se llevaron casi los muebles y todas sus cosas sin dejar ni rastro. Fue un alivio para todos nosotros, porque no queríamos líos, pero por otra parte teníamos que buscar a alguien que ocupara aquella habitación, para pagar el alquiler entre todos. Hace una semana, limpiamos la habitación entre todos los inquilinos. No había mucho que limpiar, pero aún así había que adecentarla para los próximos que vinieran. Lo que no esperábamos era encontrar lo que vimos debajo de la cama. Había un pentagrama, de esos que utilizan para los ritos satánicos que salen en la tele, escrito en sangre sobre el parque. Nos asustamos tanto que decidimos llenar un cubo con lejía y limpiar aquella cosa como si nos fuera la vida en ello. Pero lo peor estaba por venir. Aquella noche hacía mucho calor y yo dejé la puerta de mi habitación abierta. Eran las 3.33 de la madrugada cuando mi despertador comenzó a sonar solo. Me extrañé y no le hubiera dado demasiada importancia si no hubiera visto un pequeño resplandor en el pasillo. Pensé que era alguno de los inquilinos que había ido a la cocina y me di la vuelta en la cama para seguir durmiendo. En ese momento entró Karl, el estudiante de intercambio que vive en la habitación de al lado, corriendo en mi habitación. Me empezó a gritar cosas en alemán. No entendía nada. Y justo después comenzaron a entrar todos mis compañeros de piso. Estaban todos asustadísimos y aterrorizados. Yo le preguntaba a Karl qué era lo que pasaba, pero no conseguía articular una palabra en español sin tartamudear. En ese momento el resplandor comenzó a hacerse más fuerte, y se oyeron unos pasos en el pasillo. Todos nos callamos. Pude ver como Karl estaba sollozando como un niño pequeño mientras se agarraba a mi brazo. Entonces en el umbral de la puerta apareció una niña saltando a la comba. Era como un fantasma, o yo que sé. Nos miró a todos, esbozó una sonrisa y se hacia la habitación vacía. Todos estábamos muertos de miedo. De repente oímos a aquella niña desde el fondo del pasillo decir: "Como no hay nadie en esta habitación, mataré a todos los que viven en las otras habitaciones semana tras semana. Vosotros pagareis por sus pecados". Y desapareció el resplandor.

Continuará...

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Próximo combate: Sin determinar
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Nueva sección de cine!!!! La crítica de la semana

Título: Devilman - The Movie
Director: Hiroyuki Nasu
Productora: Toei
Año: 2004
Nacionalidad: Japón

Como últimamente una de las cosas que más hago mientras espero que me llamen de la bolsa de trabajo es ver películas de todo tipo, he pensado que la mejor forma de sacar provecho de esto, si es que realmente sirve para algo, y contribuir así con mi pequeño granito de arena a la sociedad, es postear críticas y opiniones de éstas en una nueva sección semanal que inauguramos hoy con el original título de "La crítica de la semana".

Me ha parecido conveniente comenzar con una película que injustamente(y si seguís leyendo sabréis por qué lo digo) pude ver ayer.

Antes de comenzar me gustaría poneros en situación. Cuando tenía apenas unos 6 o 7 años vi por primera vez una serie de dibujos animados que me marcó para el resto de mi existencia. Esa serie, de trazos arcaicos y totalmente traducida al castellano peninsular(algo extraño en aquella época porque siempre llegaban los dibujos en americano) iba sobre un robot gigante que luchaba contra el mal. Mazinger Z había entrado en mi vida. En aquel momento no conocía, ni me interesaban, los términos Manga, Anime, Shonen, Otaku... (términos que cuando cumplí los 15 entraron en mi vocabulario, obsesionándome hasta el punto de convertirme en un auténtico maniático del cómic) pero sin quererlo un nombre se quedó grabado a fuego en mi mente: Go Nagai.

Como decía, a los 15 años, entré en una espiral paranoide y compulsiva que me llevó por los tortuosos caminos del frikismo alicantino haciendo que, cual yonki, me gastara absolutamente todo el dinero que tenía en manga, cómic y algunas revistas informativas. Fue entonces cuando volví a redescubrir a Go Nagai y todas sus series que todavía no conocía y que llevaban esperándome desdes hacía muchos años: Mazinguer Z(obviamente), Mazinkaiser, La familia Abashiri, Venger Robot GO, y el grandioso Devilman.

Por suerte, después de una fuerte rehabilitación pude salir de aquel infierno, pero siempre queda un rescoldo de conocimiento frikaceo que de vez en cuando salta cuando ves una referencia interesante.

El caso es que ayer cayó en mi disco duro la versión original subtitulada en argentino de esta película, de cuya existencia me enteré hace tan sólo unos 3 días. La grabé en un dvd junto a otras 4 que ya criticaré en su momento, y junto a un paquete de panchitos me dispuse a vivir una experiencia, que inicialmente ya suponía yo que iba a ser extraña.

Lo primero que he de decir es que esta película no está hecha para un público estándar. Si tu gusto cinéfilo eleva al máximo exponente películas como "Zohan: Licencia para peinar" o "Una conejita en el campus", no te recomiendo que la veas. Pero tampoco si eres de los que degustan películas sesudas como "Buenas noches y buena suerte" o "Million Dollar Baby". Has de saber, que si estas dispuesto a sentarte delante de la tele con un bol de palomitas junto a tu novio/a o tu perro/a o gato/a, vas a ver algo que posiblemente no te guste, ni a ti ni a tu novio/a a no ser que alguno de los dos seáis paladines frikis de nivel 38. Y es que el mayor hándicap de todos es que en esta película se juntan cinco elementos fundamentales para una combinación explosiva: japoneses, hostias a rodabrazo, efectos especiales de dudosa calidad, inclusión de imágenes anime en el metraje, y por último demonios a mansalva(pero no demonios rollo occidental, sino demonios japoneses que molan mucho más).

Para que sepáis un poco de qué va os diré que Akira es un chico de un instituto japones que junto a su amigo Ryo se convierten en demonios. El tema es que Akira no llega a convertirse en un demonio completamente sino que conserva su corazón humano. Esa condición le convierte en Devilman (o Debiruman como lo dicen los japoneses) y se dedica a dar leña a todos los demonios que encuentra por su camino para defender a los cabrones de los humanos. Luego ocurren una serie de cosas, y más cosas y quien crees que es uno resulta que es otro, un tío con tres cabezas, un japones rezando en una iglesia(¡¡¡¡¿?!!!!), katanas volando... en fin, ahora comprendo por qué me encantó esta historia cuando era un pequeño adolescente: porque realmente es una historia para adolescentes con hormonas rezumantes y una atención fácil de captar.

Si a todo esto le añadimos las características(que por otro lado me encantan) de los subtítulos argentinos(el voseo, el "ya" constante, y los vocablos propios), por no hablar de las faltas de ortografía brutales existentes en todo el film, tenemos un combinado exquisito para ver mientras te emborrachas, porque de otra forma, puede que no pases de los primeros 15 minutos de película.

Sin embargo, yo no creo que sea una película mala. Para películas malas ya tenemos las producciones casposas españolas. Esta, al igual que lo fue en su momento "Shaolin Soccer" es una película diferente. Con unos efectos arcaicos, un maquillaje petardero y unas técnicas visuales que te evocan directamente a las páginas del manga, ésta es una gran película para parados, estudiantes, solteros, niñatos, fans, emos, remos, indies, culturetas degradados, gafapastas y todos aquellos que no tengan nada mejor que hacer.

Mi valoración para esta película en el victórmetro donde 10 es máximo y 0 mínimo es: 6

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Próximo combate: Sin determinar

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Un alto en la historia, reflexión y futuro

Hoy necesito hablar. Me duele bastante la cabeza, posiblemente porque estoy excesivamente tenso y nervioso porque me acerco a los primeros puestos de la bolsa de trabajo. Por eso no he querido continuar la historia que llevaba entre manos por aquí, hasta nuevo aviso.

Todo apunta a que me van a enviar fuera de alicante. ¿Dónde? No lo sé. Donde la suerte decida, pero como bien sabéis, no soy una persona que tiene demasiada fortuna, así que si me envían a algún lugar, supongo que será el más lejano y el más complicado de todos. Pero todo esto es hablar por hablar. De todas formas, no me descontentaría largarme de aquí durante una buena temporada. Es bueno alejarse de tu casa para poder poner tus ideas en orden, aunque por otra parte, sigo estando un poco acojonado, por todo lo que me viene encima. Es el mismo acojone que tienes cuando entras a un trabajo nuevo, pero en esta ocasión me da en la nariz que he de procurar disimular todo ese miedo y la tremenda inaptitud de mi persona, porque si no, me van a desayunar en unos pocos días.

Sé que este es un camino muy jodido, muy largo, pero muy seguro a largo plazo(o al menos eso espero), pero no puedo evitar sentirme como una hormiga en un banquete nupcial.

De todas formas, no debeis preocuparos. Es que hoy me duele bastante la cabeza. Si hasta mi forma de redactar se resiente. Voy a terminar cuatro cosas que tengo pendientes y me voy a acostar, eso sí, con el teléfono encendido por si súbitamente a alguien de conselleria le apetece llamarme.

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Próximo combate: En breve

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Una bonita mentira

La humedad está presente en cada rincón de esta ciudad. Mientras caminamos por las amplias calles del extrarradio, con destino indeterminado, vienen a mi mente recuerdos que suelo tener encerrados en la jaula de mi mente. Hacía tan solo diez años era yo quien recorría aquellas calles con mis amigos, en busca de algo que nos diera un poco de diversión. El barrio es así: las horas muertas se pasan en la calle.

La miro. Está muy nerviosa. Ahora piensa que no debería haber propuesto el salir del despacho. No sabe a dónde ir conmigo. Soy como una sombra molesta que la sigue con la mirada allá a donde va. Al otro lado de la acera hay un parque. Hay varios chicos que se han levantado al vernos. Ella les hace un gesto con la mano esbozando una pequeña sonrisa y pasamos de largo. Está claro que no quiere que entre en su círculo de amistades. No me importa. No necesito ir a ese parque para saber que hay ahí. Aquellos chicos son como gorilas en celo. En otro tiempo, yo también estaba sentado en aquellos bancos, fumando y bebiendo hasta caer inconsciente.

- ¿A dónde vamos? -le pregunto.

- Mmmm... -ella hace un gesto de indiferencia. Encoje sus hombros sin parar de mirar al frente y se enciende otro cigarro.

- ¿Te apetece un café? -propongo.

- Bueno... -me responde con aún más indiferencia que en la anterior ocasión.

Entramos en la primera cafetería que encontramos abierta. Ella siempre se sienta en la mesa más cercana a la puerta. No se si es algún tipo de claustrofobia leve o simplemente que le gusta estar en ese lugar para poder salir corriendo si la ocasión lo permite. Pedimos café con leche y cortado y ella se queda mirando al vacío. Definitivamente no soy bienvenido.

- ¿Sabes? -le digo cogiendo un cigarro de su paquete para intentar atraer su atención - Creo que no te he contado la historia de mi amigo el Charlie.

- Hoy no tengo humor para tus historias -me replica bruscamente.

- ¿Por qué? ¿Te ha ocurrido algo? Ya sabes que de aquí no va a salir -le respondo intentando calmarla.

- ¿Y a ti qué te importa? Además, aunque te lo dijera no lo comprenderías. A mi no me comprende nadie. ¿No ves que estoy loca? Si no, no me dejarían todas las tardes contigo -dice ella intentando zanjar la conversación.

Me quedo pensativo. Ahora mismo estoy en un terreno peligroso. Siempre me ha gustado porque creo que es como un juego. Las personas somos como cofres cerrados llenos de ponzoña. La mayor parte de nosotros sólo necesitamos que alguien nos oiga, aunque no nos escuche, para así descargar toda la ira que hemos ido acumulando con el contacto social. Pero, como los cofres, tenemos un candado que impide que nos abramos. Mi misión es encontrar una palabra que sea la llave de ese candado para poder así limpiar el interior del cofre. Muchos de mis compañeros de gremio, me han dicho que esa no es una visión completa de la psicología, y, es más, me han llegado a decir que puedo llegar a ser peligroso como terapeuta, pero una media de matricula de honor en mi expediente me avala ante posibles especulaciones.

Sin embargo, ella es uno de los casos más difíciles que me he encontrado hasta ahora. Ya ha pasado por cinco psicógolos y ninguno de ellos ha sido capaz de avanzar ni una sola milésima. Tampoco es que yo haya obrado el milagro y en un par de sesiones haya conseguido diagnosticar y hacer que ella solucione sus problemas, pero sí que he conseguido algo que otros no han hecho: desde que la estoy tratando no ha agredido ni a su hermana ni a su perro.

Es evidente que hay un trastorno de personalidad en ella, un desorden mental propio de la adolescencia que se acentúa con algo que todavía no he logrado averiguar. El problema es que llevamos demasiadas sesiones, y esta pobre chiquilla está entrando en un umbral de exclusión social. Puede que en estos tres meses de terapia haya suavizado su comportamiento, pero el problema sigue estando ahí, y en realidad estoy tan perdido como los otros cinco compañeros que han seguido su diagnóstico.

De repente ella me mira. En esta ocasión mi silencio le ha incomodado. No sé por qué.

- Tengo problemas -me susurra sin dejar de mirar su taza medio vacía de café con leche.

(Continuará)
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Próximo combate: Indeterminado

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