sábado, abril 25, 2009

Puerto de Sagunto

 No hay mal que por bien no venga, pero a veces llega a quemar demasiado. Y no es que no me ilusione salir otra vez de la provincia, pero lo que sí me jode es tener que volver a empezar, a estas alturas del partido y sin nada claro. Encima, ahora estoy un poco debil porque llevo arrastrando desde hace varias semanas un catarro-alergia que no me deja estar al 100%. Pero bueno... da lo mismo.
Como no hay dos sin tres, ayer me citaron en Valencia, así que en un año ya he estado trabajando en las 3 provincias de la comunidad. Me han destinado esta vez en Puerto de Sagunto, a unos 15 minutos de la ciudad de Valencia, el lunes vuelvo a ir allí en busca de la aventura, porque me da a mi que esta vez va a ser dificil conseguir un sitio para dormir alli sin que me saquen el hígado para pagarlo. De momento me han dado hasta el día 20, pero aún tengo que hablar con mucha gente para saberlo con certeza. Seguiré informando.

martes, abril 21, 2009

La historia del malvado Bencerbero



Cuando te falla el trabajo, lo mejor que puedes hacer es reciclarte. Es necesario cambiar tus costumbres, tu mentalidad e incluso tu forma de ser, para así, dar un paso más en la escalera de tu vida y evolucionar hacia lo que serás una vez que llegues al mullido ataúd que marque el fin de tus días.
Lo fascinante del reciclaje de personalidad y hábitos, es que nunca sabes por dónde irá tu camino cuando comienzas a caminar. Es posible que un niño malcriado que siempre consigue lo que quiere a base de pataletas, se transforme en un pijo redomado pero trabajador con pocas esperanzas en un futuro pero con una vida lo suficientemente satisfactoria como para poder aguantar varios años sin tirarse a las vías del tren. Esto me recuerda la historia de un pequeño personaje llamado Bencerbero, que conocí no hace mucho tiempo en mis viajes por las inexploradas tierras de San Pascual, un pueblecillo perdido entre los límites de Murcia, Alicante y Albacete. En aquel pueblecito de apenas unos 200 habitantes había una tradición anual que consistía en hacer una batalla de cohetes entre las dos iglesias que coronaban la población. Los devotos de la Virgen del Pestillo(no me preguntéis por qué se llamaba así) se liaban a tirar petardos contra la iglesia del Santísimo Cristo del Desamparado Sufrimiento(cuya denominación hacía honor a la escultura de un Cristo en plena pasión sangrante y dolorosa) y estos a su vez les respondían con otro enjambre de fuegos artificiales que peligrosamente cruzaban el pueblo en busca de los fervientes marianistas. Lo peor de todo es que este tipo de actos los hacían a pleno día y les daba lo mismo quién estuviera en ese momento por las calles. La ferocidad de la batalla era tal que la policía no se atrevía a intervenir, y los bomberos prácticamente se limitaban a esperar a las afueras del pueblo hasta que todo hubiera pasado y apagar los pequeños focos que se hubieran formado en algunos maltrechos tejados.
Aquella mañana la editorial para la que trabajaba me había enviado justo a ese punto sin avisarme de lo que me iba a encontrar. Imaginaos mi sorpresa cuando entré por la carretera principal de San Pascual. No había nadie por las calles excepto un joven transeúnte con un sombrero marrón que iba cargado con una mochila. Desde hacía varios kilómetros el GPS me había comenzado a fallar y para poder llegar a mi destino(un colegio local) decidí acercarme a aquel misterioso caminante para preguntar.
-Disculpe -le dije desde la ventanilla de mi coche.
El hombre me miró como quien mira uno de esos cuadros abstractos en los que aparece una imagen en 3D y al cabo de medio minuto contestó.
-¿Qué quiere? -dijo un tanto nervioso.
-¿Me podría decir cómo se llega al colegio?
-Será mejor que no vaya. Hoy no hay escuela -me contestó recolocándose el sombrero.
En ese momento vi una chispa inquietante en sus oscuros ojos. Había un timbre especial en la frase "será mejor que no vaya" que me intrigó así que no me di por vencido. A fin de cuentas, tenía que darle una explicación a mi jefe de por qué no iba a vender un puñetero libro ese día, y cuantas más excusas, mejor.
-¿Qué ocurre hoy que no hay nadie por la calle? -le pregunté, pero justo antes de obtener una respuesta, sonó una explosión al otro lado del pueblo, a unos 2 kilómetros de mi posición.
-Ya ha comenzado. Le recomiendo que salga corriendo de aquí o se quedará sin coche- dijo riéndose.
En ese momento aceleré todo lo que pude para salir de aquel lugar, pero una lluvia de cohetes comenzó a asomar por encima de mi cabeza. La batalla había comenzado. Estaba muerto de miedo, no sabía qué estaba pasando pero todo auguraba que yo iba a salir mal parado. Sin embargo en aquel momento me sonrió la suerte. A tan sólo unos metros había una casa con lo que parecía el portón de un garage abierto y un abuelo con cayado incluido me hacía señas para que me resguardara allí. Metí mi coche allí y entablé conversación con aquel hombre. Se llamaba Bencerbero y se jactaba de ser uno de los que iniciaron aquella rocambolesca tradición de la batalla de cohetes. También me dijo que le habían diagnosticado cáncer terminal y que le habían dado unos meses de vida, pero que había vivido plenamente y que como punto final a su vida iba a acabar con esa tradición.
Entonces, el chico del sombrero con el que antes me había encontrado entró en la casa y se presentó. Era el nieto de Bencerbero, Beltenebrio(la verdad es que he oido nombres raros en mi vida, pero lo de estos dos personajillos me dejó un poco bocabadado)uno de los mejores pirotécnicos del pueblo, aunque en realidad su profesión no era otra que mecánico de maquinaria agrícola.
-Abuelo, ya lo tengo todo preparado- dijo Beltenebrio abriendo su mochila para mostrar la superdestructiva carga explosiva que había en su interior. No pude ver muy bien, porque en seguida la cerró, pero creo que vi las palabras TNT, C3H5(NO3)3(Nitroglicerina, para los no doctos) y Goma 2. Qué quereis que os diga, tengo una gran retentiva visual.
-Muy bien, nene. Cárgamela al lomo- le ordenó Bencerbero mientras se encendía un puro.
Un sudor frío empezó a recorrerme la espalda. No por lo que fuera a hacer aquel hombre con toda esa carga explosiva, sino porque estaba fumando al lado de algo que podía hacernos desaparecer en tan sólo unos segundos. El hombre debió observar mi cara de semiinsconciente por la estrafalaria situación y con semblante amable me dijo: "Cómo se nota que usted es de ciudad. Nosotros con esto, matamos a los topillos del campo. No se apure, que no le va a pasar nada. Ha sido un placer" y con paso de cowboy con bastón salió del garage y se fue en dirección a la que parecía la iglesia más grande(la del Santísimo Cristo). En ese momento miré a Beltenebrio que con una sonrisa maligna miraba la estela que dejaba su abuelo por el camino.
-Esto va a petar de lo lindo-dijo sin dejar de mirar a su abuelo.
Me pudo el miedo y sin pensar en los daños que pudiera sufrir mi coche por la lluvia de cohetes, salí de aquel pueblo a toda velocidad sin mirar ni un solo segundo por el retrovisor, hasta que, cuando ya me había alejado unos 15 kilómetros del lugar, oí una fuerte explosión seguida de un impacto en la parte trasera del vehículo, como consecuencia de la onda expansiva. Me temblaba todo el cuerpo. Incluso creo que me meé encima, pero salí de aquel lugar antes de la gran ecatombe que convirtió a San Pascual en lo que ahora se conoce como El barranco de Bencerbero.

viernes, abril 17, 2009

Un inciso



Antes de continuar, me gustaría contaros una historia que una vez me relató un alumno en la sala de castigo.
"En Castellón hay ciertos lugares donde la magia es algo palpable en el ambiente, donde la humedad de las madrugadas se une a las luces palpitantes de las estrellas y la belleza casi inextirpada de la vegetación del interior. Por las montañas, se pueden oir todavía los tintineantes cascabeles de los sátiros persiguiendo a las ninfas y los gritos de misteriosas criaturas que bajan a toda velocidad por las laderas calvas del noreste. Justo allí, como un centinela que aguarda la señal inequívoca para atacar se encuentra el castillo de Peñíscola, con sus pies remojados en la sal del agua marina, sólo comunicado con la civilización por un pequeño camino que desaparece cuando sube la marea. Es aquí donde empieza nuestra historia.
Desde la playa de Benicarló aún se divisa la luz mordiente de aquel castillo. Todavía se me estremece el alma cuando recuerdo aquella imagen, y un par de lágrimas de buenos recuerdos recorren mi cara. Dice la leyenda que en esa playa en la noche del 21 de mayo se puede observar todos los años a una bella muchacha con semblante trístemente abatido caminar sin cesar en dirección al castillo. Lo que llama la atención de todos los que la ven son sus ropas de gasa blanca que casi destapan su desnudez cadavérica, pero a su vez atrayente y sus ojos totalmente oscuros como el más negro azabache. Dicen que la han visto cantando en un idioma que nadie recuerda canciones ya olvidadas por la mente humana, pero los más ancianos del lugar aun retienen historias que los abuelos de sus abuelos ya les contaban. Otras versiones cuentan que su pelo está cubierto de algas negras y que de sus brazos surgen sin cesar pequeñas culebras que llenan la playa poco a poco. Sin embargo, esta visión horripilante de esta mujer, no es compartida por los lugareños, que no dudan en llamarla "la noia blanqueta" desde que el primer habitante del pueblo la vio caminar en dirección a aquel castillo en la lejanía.
Todos se han preguntado alguna vez quién es ella y ciertamente hay varias versiones sobre sus orígenes y su estado, aunque aquí solo os voy a contar el que cuentan los más viejos de Benicarló.
La noia blanqueta en realidad se llamaba Zammira y era una mujer pirata en la corte del Papa Luna que era retenida en el castillo de origen masón tras un ataque de su tripulación a las costas castellonencas. En aquellos tiempos, eran pocas las mujeres pirata que se veian por los mares, y más que como a una peligrosa delincuente, el Papa la tenía como una extravaganciao una reliquia a conservar por los siglos de los siglos. Zammira, cuando se vio apresada y que habían cortado sus alas de libertad en todos los sentidos decidió escaparse, y además robar un antiguo tesoro que se guardaba tras aquellos muros, un tesoro que sólo unos cuantos conocían y que daba la vida eterna.
Al llegar la noche del 21 con la luna llenasaltó el muro del castillo para caer en las afiladas rocas que lo rodeaban. Ella era una loba de mar, y sabía bien cómo caer para no destrozarse la columna, pero aun así no pudo evitar un fuerte golpe por culpa de un mar embravecido que evidentemente no quería dejarla escapar. Malherida, la corriente la arrastró hacia la costa del pueblo vecino y allí un niño cristiano pescador la rescató. Ella le prometió todo el oro del mundo a cambio de que le ayudara a escapar, pero el niño al ver el tesoro le dijo: - La llibertat pel tresor - En aquel momento el artilugio comenzó a irradiar una luz incandescente como una llamarada. Un repentino placer cruzó la espina dorsal de Zammira que parecía haberse recuperado del doloroso golpe contra las rocas y se levantó de la arena. Ella besó al niño, le miró le dijo -Els tresors son per als bandolers- y mientras se alejaba en la sombra el niño llamó a los guardias. Allí mismo la atraparon, la juzgaron y la condenaron a morir ahogada, como debía haber sido su destino, pero ella no mostró ningún tipo de preocupación o miedo. Sumergieron la cabeza de la chica en el agua del Mediterráneo durante diez minutos, pero ella seguía viva. Lo intentaron de nuevo durante veinte minutos, pero ella segía sonriendo y respirando sin dificultad alguna. Extrañados, atravesaron su corazon con una lanza, pero ella parecia invulnerable. Entonces los guardias oyeron un golpe seco tras de sí, miraron y allí estaba. El niño habia muerto agarrándose el pecho como si una puntada mortal le hubiera atravesado. Zammira ahora era inmortal.
Los guardias paralizados por el terror no fueron capaces de ver que Zammira ahora se elevaba sobre sus cabezas porque le habían salido dos alas blancas en su espalda, y en lugar de su oscuro cabello tenía miles de diamantes que caian sobre sus ojos, ahora verdes como el tallo de una flor en primavera. Perros, gatos, peces, cabras, sapos, ratas y todos aquellos animales que había en aquel momento en el pueblo comenzaron a gritar como si su vida fuera en ello, y ocurrió un milagro. Todas las hembras se quedaron embarazadas. Zammira, ahora en el aire, miró a los guardias con la lastima con que se mira a un cachorrillo y voló hacia el horizonte para desaparecer. Zammira, una pirata berberisca que había saqueado y matado a miles de personas, ahora era ser celestial que se alejaba en pos de su vida eterna.
Sin embargo, el tesoro que le confirió tal virtud, se quedó en aquella playa, tal vez enterrado en la arena, o tal vez arrastrado por el oleaje. Por ello, La noia blanqueta vuelve año tras año para buscarlo y así resucitar a aquel niño que murió por su culpa."

jueves, abril 16, 2009

Cof cof cof...






"...Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera en mi camino..."



(Salmos 119:105)

Estoy jodido. Parece que todo me ha venido de golpe, y para colmo, a parte de no tener curro he pillado un catarro de agarrate los pantalones porque se te caen cada vez que estornudas...
Tengo la voz como la de Carmen de Mairena y un dolor de garganta que me hace ver las estrella cada vez que trago cualquier cosa(agua incluida).
Pero, ¿qué se le va a hacer?. Hay que continuar con todo porque si no, poco a poco nos iremos a la mierda sin ningún tipo de remedio. En consellería me han dicho que hasta el día 21 ellos no pueden incluirme en bolsa porque el instituto está cerrado. A partir de ese día, puede ocurrir cualquier cosa. Así que tengo básicamente unos 6 días para zanjar temas abiertos anteriormente por si acaso me toca volver a coger el coche y pirarme de aquí durante algún tiempo.
De momento, ya te he hecho caso, y he aprovechado esta sobreestimulación sensorial para volver a escribir, pero ahora con la medicación para el catarro se me va la cabeza y me he quedado casi sin fuerzas para nada. Me he inscrito para hacer la prueba del mitjà, a ver si hay suerte y puedo sacarmelo, y la opo... la opo es como una sombra que amenaza constantemente mis sueños. Solo me queda la declaración de la renta y buscar el nuevo orden, pero eso hoy no lo puedo hacer. Tal vez mañana. Hoy estoy con palpitaciones, dolores de cabeza, flojera y una presión en el pecho relleno de mucha mucosidad.
Voy a embarcarme en un viaje hacia el pais del frenadol.

sábado, abril 11, 2009

Mente colectiva



Es la época, lo reconozco. No sé por qué(tal vez por la presión psicológica que ejerce la sociedad sobre la festividad de semana santa) en este periodo siempre estoy más triste de lo normal, más apático y sobre todo más deprimido. Recuerdo que el año pasado(que por cierto estaba muchisimo peor que este año porque a estas alturas yo ya estaba empezando a pasar hambre de verdad) estaba especialmente destructivo en estos días, y en años anteriores también pero en menor medida, porque tenía la cabeza demasiado ocupada con los estudios como para preocuparme de nada más que no fuera empollar como un bestia para poder sacarme la carrera.
La cuestión es que yo mismo me doy cuenta de que llevo arrastrando desde hace varias semanas un proceso de ciclotimia que incluso para mi yo actual es demasiado anormal. Me desconcentro con muchísima facilidad, pero en cambio la mente me está trabajando con una velocidad creativa que desde hace varios años no veía. Me levanto de la cama con miles de ideas para escribir que voy desechando segundo a segundo mientras que otras miles van surgiendo de nuevo como burbujas en la espuma de un baño caliente. Tengo que terminar un cursillo del Anpe para ya, y me doy cuenta que soy incapaz de coger el boli para rellenar un cuadernillo que en apenas unas horas tendía hecho. Cuando me pongo a estudiar pierdo las pocas energías que tengo, y además se me multiplican los compromisos sociales hasta un nivel elevado al absurdo.
Pero además de todo eso, como he dicho antes, estoy triste. Más que triste, apesadumbrado y decepcionado. Y sé que no debo sentirme así, porque no he hecho nada malo para sentirme así. No es, para nada, culpa mía, pero soy humano(por ahora) y cada día que pasa siento que se me escapa un poco más de mi vida, y que aunque al final del camino hayas intentado ser la mejor persona del mundo, sólo se te recordará por algunos de tus actos(ni siquiera por todos). La mente colectiva es así de cruel, y tengo la sensación que yo ya estoy en el olvido.
Pero no os preocupeis(si en verdad haceis esto los dos que me leais) porque como sabeis, siempre he afirmado que creo que debo de padecer un pequeño trastorno mental llamado trastorno ciclotímico(que consiste en que tengo cambios de humor por ciclos y muy extremos) y que padece más de un 60% de la población, por lo que no es considerada una enfermedad mental (si todo el mundo está loco, el cuerdo es el loco), aunque no hay ningún psicólogo ni psiquiatra que pueda afirmar esto porque rearlmente he sido yo el que me he autodiagnosticado con la ayuda de wikipedia.
En fin... la verdad es que este camino es demasiado largo. Creo que la solución es buscar un atajo ¿pero dónde?

lunes, abril 06, 2009

Encabronado



Hoy estoy encabronado, de bajón por toda esta mierda de situación laboral que me toca aguantar siempre. No es por el trabajo, que he de reconocer que no lo cambio por nada, sino por los cabrones de los "compañeros". Vacaciones a la mierda. Cotización de dias a la mierda. Puntos en la oposición a la mierda. Mi vida es una puta mierda y siempre será una puta mierda. Aunque intente cambiar las cosas, siempre encontraré una jodienda que me haga la vida imposible.
Y mira que al principio lo había aceptado con tranquilidad y con resignación, pero hoy me he dado cuenta de la jugarreta. Estoy jodido de todas todas. Si me llaman, lo más seguro es que lo hagan dentro de un mes y para marcharme lejos y malamente. Pero también es cierto que es a estas alturas del partido seguramente no me llamarán y me tendré que joder... como siempre. Y lo más seguro es que el año que viene me toque otra vez estar haciendo sustituciones como el pringao que soy, y poco a poco me amargaré más y más hasta que un día me pegue un tiro y se acabaron los problemas y las preocupaciones.
Que harto estoy de todo esto... Es que ya no me quedan ni esperanzas. Con 28 años y todavia así, es para deprimirse.

viernes, abril 03, 2009

A traición...

Y cuando todo parecía ir mejor, un nuevo bache en el camino. Hoy por sorpresa me han comunicado que mi trabajo en el IES de Elx ha terminado, así que se acabaron las historias de los monos salvajes. No voy a extenderme mucho en esta entrada con mi opinión sobre este suceso, pero ya lo dije nada más aceptar el puesto. Algo así se ve a kilómetros, como en Guardamar, como en Benicarló... Cuanto más conozco a los funcionarios...
En fin... ya estoy en paro otra vez. ¿Cuál será mi próximo destino? ¿Valencia? ¿Castellón otra vez? ¿Pilar de la Horadada? ¿Mi casa? A saber... A estas alturas del partido, segun parece todo se va a poner muy negro.
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Tiempo en el infierno: 22 días
Tiempo trabajado: 130 días