miércoles, agosto 12, 2009

El eterno viaje


Y aquí estoy yo. Con las llaves en la mano de un pequeño piso en Torrevieja dispuesto a cambiar el rumbo, una vez más, de mi vida. Es piso está genial: de obra nueva, dos habitaciones, cocina independiente del salón, hidromasaje... y en el centro del pueblo. Está muy bien comunicado y la verdad es que es muy cómodo.
En principio estaré allí hasta este mismo día del año que viene, pero no me encariñaré con este piso tanto como me ocurrió con el de urbanova, o al menos eso espero.
Era la mejor opción, porque hacer más de 100 km diarios entre ida y vuelta acabarían quemándome como me ocurrió en la editorial.
No quiero pensar nunca que las cosas van a salir bien, porque siempre acabo decepcionándome, así que en esta ocasión no diré nada. Sólo haré fotos y me limitaré a ver, oir y callar.

domingo, agosto 09, 2009

Something in the way



Había dejado esto un poco de lado, porque mi vida se ha ladeado de la misma forma. La verdad es que no sé por dónde empezar. Todos los comienzos son difíciles y más aún cuando son comienzos de una continuación. Me hubiera gustado saber todos los acontecimientos que me tiene preparado el destino, y poderlos ver como en una película de serie "b" proyectada en una sala que en unos días se convertirá en un centro comercial.
Me han dado una vacante. Lo que parecía imposible al final ha ocurrido. Gracias. La oposición murió este año, y con ella todas mis esperanzas de encaminar un poco mi trayectoria, pero al final, casi por los pelos, entré en la criba de las vacantes. Finalmente mi nuevo destino es Torrevieja, donde, dicen, que se pasa mal. Pero hoy por hoy me da lo mismo eso. Sólo sé que debo recoger la maleta y asentarme en un nuevo lugar, por suerte, al lado del mar. Ya he conseguido un piso bastante cómodo. No es una ganga, pero hoy en día no hay gangas sin gato encerrado. Quería cambiarme el coche y comprarme un diesel, pero lo único que conseguí fue que me tangaran 150 € en un concesionario de segunda mano. He pagado el precio de la impulsividad. He pagado el precio de la inobediencia.
El día 15 me voy para allá. Intentaré que sean rápidos en ponerme la conexión a internet, pero no estoy del todo seguro, así que es posible que no actualice esto demasiado, pero también es cierto que quiero ir dejándolo poco a poco. La escritura online es gratificante porque te ayuda a descargar tus frustraciones automáticas, pero ahora estoy trabajando en algo más tradicional. Ya lo vereis.