****ATENCIÓN**** HA HABIDO UN PROBLEMA TECNICO EN LA PUBLICACION DE ESTE POST Y MAS DE LA MITAD DEL CONTENIDO SE HA PERDIDO IRREMEDIABLEMENTE. ASI QUE LO SIENTO MUCHO PERO TENDREIS QUE ESPERAR HASTA QUE ME VEA CON GANAS Y FUERZA DE VOLUNTAD PARA VOLVER A RELATAR ESTE MACABRO EPISODIO PLAGADO DE COMENTARIOS SATIRICOS, ACIDOS E INGENIOSAS FRASES INSULTANTES
... Y la cuestion es que no quiero ser una mala persona. Intento por todos los medios no serlo, pero hay veces en las que tienes ser un poco hijo de puta para poder describir tu realidad.
Y direis: "¿de que leches está hablando este moñas?" y yo os repondo que de una historia cuyo guion, ambientación y desarrollo podría haber sido concebido por el más estrambótico director del panorama nacional casposo, cutre y a su vez comercial. Como una peli de Kevin Smith pero a la española. Leed y flipad.
Estabamos en la boda de Inma. Habiamos presenciado la misa y yo habia sacado unas cuantas fotos. Todo era correcto. ¿Todo? No. En la plaza de la iglesia, subido en una cuesta, la fria mirada de un perro salido del averno que a veces cojeaba y a veces miraba a los niños con cara de hambre, nos anunciaba un peligro inminente derivado de la escasa salud mental que en algunas ocasiones desarrollan ciertos... psicokillers. Javi y yo sentiamos como el perro nos intentaba avisar desde lo alto, pero no llegamos a descifrar su mensaje. Cuando terminó la boda(misa) decidimos pillar el coche para ir al lugar del banquete, pero despues de dar 20 vueltas por las mismas calles, nos dimos por vencidos y reconocimos que nos habiamos perdido. Sin embargo, aun conservábamos algo de suerte, pues Nuria divisó la salay nos pudimos orientar. Como Vicky tenia frio, y la verdad, aun nos quedaba un monton de tiempo hasta el papeo accidentado, decidimos ir a tomar un cafe. Alli, otro signo del más alla nos indicaba que aquella noche algo malo nos iba a ocurrir. No nos dimos cuenta que nos habiamos sentado cerca de la tele... hasta que comenzó el partido de futbol y pusieron los altavoces a toda hostia. Lo sufrimos, pero manteniamos la sonrisa entre cotilleos y chorradas varias por mi parte.
Por fin llegó el momento de cenar. Entre pitos y jolgorios comenzaro a traer los platos y la bebida. Aquí empezaron todos mis problemas. Casualmente me habia
No hay comentarios:
Publicar un comentario