Un reciente estudio realizado en Inglaterra (que podeis encontrar en este link http://www.psicovirtual.com/art_fortuna.htm) afirma que existe la mala suerte y que algunas personas estasmos más predispuestas a recibirlas que otras. Dicho estudio se realizó observando comportamientos y actitudes a más de un millar de personas de distintas nacionalidades durante más de un año.
Los resultados fueron sorprendentes. Mientras que unos poseían la capacidad de percibir hechos afortunados constantemente, o por lo menos en un periodo de tiempo muy corto, otra gran parte de los sujetos estudiados sólo percibian hechos negativos, es decir, que habia una gran cantidad de personas predispuestas a tener buena suerte, y otras a las que les pasaba todo lo contrario y sólo recibian la mala. Es como si hubiera dos campos de energia en el cosmos y a algunos les tocara la energia positiva y a otros la negativa.
Un dato curioso que se desprendía de este este estudio es que algunos de los afectados por la polaridad negativa podían invertir su suerte mediante procesos psicológicos fetichistas. El uso de amuletos de cualquier tipo propiciaba que estas personas invirtieran la polaridad de su energia vital para potenciar la positividad de su psique y así contrarrestar la negatividad de su suerte.
Por supuesto, este estudio destacaba como punto fundamental que la recepción de esa mala o buena suerte se debía sobre todo a una predisposición psicológica del sujeto, ya que si el sujeto tenía una personalidad más negativa era más propensos a sufrir esa "mala suerte" constante mientras que los que tenían una personalidad más optimista eran mucho más afortunados.
En definitiva, de esto podemos sacar dos conclusiones claras:
1. Que los ingleses hacen estudios de cualquier chorrada que se les pase por la cabeza
(cosa que es de agradecer porque así tienes tema de conversación para rato)
2. Que si esto es cierto yo tengo una actitud negativa que atrae a la mala suerte, pero que mediante un proceso psicológico fetichista podré invertir. Necesito un amuleto de la suerte.
Ya se me ha pasado lo de la casa. Aunque cada vez que paso por delante me pongo muy triste, porque ya me habia hecho la ilusión de vivir allí. A ver si podemos hacer algo para empezar a volar, aunque me corten las alas cada dos por tres.
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