Hosties! Hoy he tenido un día de los chungos. Pero no me ha ocurrido nada malo, ni tampoco ha sido en plan un día de mala suerte. Que va. Hoy ha sido un día de los más extraños que he tenido nunca.
Cuando he salido esta mañana de mi casa para ir al CAP estaba bien. Me he puesto la música alta, me he puesto a cantar y todo en el coche, he cogido carretera y he llegado a la universidad. Pero en el momento que he puesto los pies en el suelo... no sé. Era como si el espíritu de la cementera se hubiera adueñado de mi cuerpo. Era como esa frase de "el Club de la Lucha": Me apetecía destruir algo hermoso. Increible, porque nunca me había ocurrido, y me ha asustado.
He entrado a la clase, y cual ha sido mi sorpresa cuando esa sensación iba en aumento. Cada vez que oía a alguien intervenir tenía ganas de sacar una recortada y ponerme a pegar tiros a todos. Pero no tenía una recortada a mano. Sólo los folios y la pluma, así que me he seguido aguantando.
Cuando han terminado las clases me ha venido este pensamiento: Algunos tienen suerte, y aunque no quieran siempre la tendrán. Otros estamos condenados a vivir en una sombra putrefacta, húmeda y mohosa para siempre. Me da asco este maldito mundo que siempre me lo pone todo difícil.
Hoy la verdad es que es un día muy chungo. No creo saber por qué.
1 comentario:
Deux...como me gustó aquella película¡¡¡
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