Aparta de mí esa sangria!!!

Hay veces que, aunque quieras, no se puede luchar contra el destino. Ahora lo comprendo todo. ¿Por qué me quedé sin coche esta semana? Porque estaba en mi destino que ayer me iba a sentar al lado de gonzalo con una jarra de sangria y otra de cerveza mientras, a voz de "HIDALGO HIDALGO, HIJO PUTA EL QUE SE DEJE ALGO" nos volvíamos cual vikingos desbocados y bávaros desaprensivos. Achavo cena, achavo chino, achavo cumpleaños y achavo pelotón que pillamos(por lo menos gonzalo y yo). Vaya tela.

La cosa es que todo surgió de improviso. Ayer coincidió el cumpleaños de Miguel y Alejandro con las cuatro interminables horas del examen de Latín, por lo que cuando llegué a la cena yo tenía un dolor de cabeza más que considerable. La verdad es que

no me di cuenta y me pasé bastante con la bebida. Había comido muy poco y la sangría es un animal del infierno. Jooder con la sangria. Creo que ahora mismo tengo más azucar en la sangre que el muñequito de Poppy Fresh. Pero claro, con el rollo del hidalgo empezamos a chupar y a chupar y a chupar... hasta cometer las siguientes guarradas gastronomicas, entre otras barbaridades(niños, no practiqueis esto en casa, sólo en los chinos):

- Café con helado de fresa(Frecciatto)

- Helado con salsa picante(Il piccolo gelatti)

- Sangria con cerveza(Sangriveza)

- Tallarines pasados por las fosas nasales(Fossinatti al tagliatone e moco)

- Arroz, salsa agridulce y cojones en salsa desperdigados por la mesa

- Chupito de agua con soja, licor de cosa, sal, pimienta, salsa picante, palillo revenio chino, pulpa de fruta de la salsa de los cojones en salsa, un hielo y la apuesta de a ver quien tenía los huevos suficientes de mojarse los labios con semejante líquido de la locura.

Hay más cosas, pero me las reservo porque no quiero herir vuestra sensibilidad. La verdad es que me lo pasé de puta madre ayer. Lo necesitaba después de todo el mes que estoy pasando( 2006 annus horribilis mihi est), pero lo mejor de todo fue la compañía(para que luego digais que no me acuerdo de vosotros) y aunque me he quedado sin entrevista en exclusiva para el numero uno de la revista ¡No Me Jodas! he conseguido sonreir, al menos por unas horas(hasta que me pegué la caminata hasta mi casa).