Un mensaje de liberación

Cuando todos los caminos parezcan que no tienen final, cuando tu corazón sea engullido por un silencio atroz, cuando mires tu entorno y sólo veas vergüenza, levanta la cabeza y sigue caminando.

Cuando los nervios te destrocen el estómago, cuando el insomnio te lleve a las puertas de la alucinación, cuando manos doloridas muestren las cicatrices de tu pelea, levanta la cabeza y sigue caminando.

Cuando veas que todo falla, cuando creas que nada puede ir peor, cuando sientas que te han vencido y te están pisando el cuello, levanta la cabeza y sigue caminando.

Aguanta la respiración durante unos segundos, controla los latidos de tu corazón, deja que tu instinto tome las riendas de tu vida por unos instantes. Avanza, grita, aulla. Nada podrá contigo. Nadie podrá contigo. Sube a un tejado y grita este mensaje. Soy libre. Eres libre. Aunque quieran, nadie podrá cambiar eso. Muerde, salta, grita como una bestia, empápate de la sangre de tu enemigo. Ahora sólo te perteneces a ti mismo.

Cuando creas que todo ha terminado y que nada va a cambiar, mira hacia atrás con orgullo y piensa en todo lo que has conseguido, lo que te falta por conseguir y continúa caminando hasta alcanzar el descanso del guerrero.

Haced esto en conmemoración mía.