La maldición de Unix

  (Atención, este post tiene un nivel friki 800 por su alto contenido en términos informáticos. No lo lea si usted no se pasa horas y horas delante de una pantalla que emite radiaciones y destellos continuos que después de tantos años han dejado sus testículos inservibles y sus ojos como si fueran de cartón-piedra)

Lo he hecho. Me he embarcado (otra vez, y en esta ocasión no es de forma experimental) en la aventura Linux, esta vez con la última distro de Ubuntu (el linux para idiotas) como sistema alternativo al puto windows. Al principio todo iba bien... un entorno gráfico bastante sencillo e intuitivo, aplicaciones preinstaladas para prácticamente todo, compatibilidad casi absoluta con mi anticuado hardware... una maravilla de la nueva tecnología que(y esto es lo mejor de todo) era totalmente gratis. El problema vino cuando quise hacer una migración total a este sistema y decidí ver mi cuenta de hotmail en un cliente cualquiera... que error. Todo el mundo sabe que hotmail y linux son incompatibles porque a los pingüinos no les gustan las ventanas. Así que le pedí ayuda a javi(el gran gurú de debian) y me enseñó un par de cosas:

La primera de ella era que tenía que desidiotizarme informáticamente y volver a la primitiva, pero por otro lado siempre efectiva, línea de comandos. (Oh! MS-DOS cuánto te he echado de menos) Pero el principal problema es que casi todos los comandos que yo sabía para DOS aquí me los podía meter por el puerto 0, que es el ojete para los no doctos, también llamado zero sesuarlll. Así que, a parte de unos cuantos que me enseñó, me puse a rebuscar por internet los comandos que me salvarían de tener un sistema operativo tan inútil como un WC sin rastrillo para rascar la marca de anchoas, y destruir los troncos de abedul que te pueden salir por el puerto 0 (zero sesuarlll). Reconozco que la primera vez que vi el comando "sudo" pensé que mi ordenador iba a comenzar un proceso de excreción de líquido residual por todos sus poros, pero no queridos amigos, porque "sudo" significa "superuser do" y digamos que si no eres "super", si quieres instalar algo, te pueden ir dando por... el zero sesuarlll (puerto 0). Luego había otros tan divertidos como "alien" (que es un transformador de paquetes) y una pequeña aplicación llamada "wine" (que se supone que ejecuta aplicaciones de windows pero que entre nosotros no sirve para una puta mierda).

La segunda cosa era que la mayor parte de las instalaciones las podía hacer por medio de supositorios... digo repositorios, que como su propio nombre indica, son como paquetes compilados instalables que se pueden ejecutar sin problemas y se disuelven en las paredes instestinales de tu sistema operativo.

Pero algo que no me enseñó es que, como siempre, tenía que hacer un backup antes de tocar algo que no conozco, porque, como en otras ocasiones, ayer me cargué el sistema cambiando las opciones gráficas y me he tenido que meter el ubuntu por... el ojete (o zero sesuarlll) porque la pantalla se me ha quedado en negro. He intentado arreglarlo pero ahora ni siquiera quiere iniciar. Asi que me toca reinstalar.

Moraleja. La primera regla de la informática es: si algo funciona, no lo toques, capullo. No hay sistema operativo infalible a las manos de un capullo curioso como yo. Pero no os preocupeis, prometo seguir usando ubuntu con sus supositorios mágicos que se meten por el puerto 0 (zero sesuarlll) y sus sudoraciones administrativas porque es un reto, y cual alpinista suicida, me gusta enfrentarme a retos idiotas.