viernes, mayo 01, 2009

Te queman las manos



Déjalo estar. Sabes que nunca he tenido suerte y ahora no voy a empezar a tenerla. Es natural sentirse así en estos tiempos, en esta vida. Espero que me leas como yo te leo a tí, y sientas que igualmente como te queman las yemas de los dedos cuando escupen estas palabras.
Llevo 28 años esperando un gran momento, y aunque veo venir muchos, nunca consigo alcanzar ninguno desde esta orilla del Estigio. No necesitas saber nada, no necesitas pensar en tus errores o en tu destino. Creo que debo estar un poco quemado de mi destino. Miraré a ambos lados y desearé que todo sea de color negro y azul. Sin sueños es difícil pensar en tu destino. Hazme más fuerte. Dame una vida. Sólo los cobardes huyen de su futuro. Estás tan quemado como yo, pero ahí sigues, maltratandome para hacerme un poco más fuerte.
Más de cien mil kilómetros han curtido mi piel. Me he asomado por millones de ventanas y en ninguna estabas señalándome el camino. Sigo las fotografías de mi camino para no perder mis sentimientos, porque cuanto más cambias, menos sientes, y cuanto más sufres, más les enseñas que realmente importa.
Pero después de todo siempre hay que esperar. Dar golpes en el abismo solo sirve para hacerte daño en los nudillos. Espero que pronto me guies por un buen camino. Espero que pronto me dejen de quemar las manos.

No hay comentarios: