jueves, octubre 26, 2006

La horripilante historia de la curva


Antes de comenzar a contar nada me gustaría hacer una advertencia para navegantes: todo lo que aquí cuenta es real, y cuando digo real quiero decir... falso. La historia que viene a continuación es un relato horrorífico capaz de destrozar la últimas líneas de cordura en el más archidocto de los genios de la física tradicional.
Todo comenzó ayer por la tarde cuando mi jefe me dijo que tenia que ir a alcoy a presentar el material a unos cuantos colegios e institutos. Yo, por supuesto, no vi nada malo en ello, aunque eran unos 60 kms de recorrido y más o menos una hora de trayecto, por lo que decidí acostarme temprano para salir muy pronto y llegar a aquel lugar sin problemas de tiempo. Sin embargo, casi no pude dormir. Innumerables pesadillas se colaban en mi mente. En ellas se repetía la palabra "Spud" "Spuuuud" y me desperté totalmente sudado.
Cuando me quise dar cuenta, eran las 6 de la mañana y no habia conseguido pegar ojo en toda la noche, pero no era problema. Tenía el ánimo suficiente como para coger carretera y pirarme a aquel pueblo perdido de la mano de Dios. Sin embargo... las señales de que algo horrible iba a ocurrir se sucedían.
Me subo al coche, enciendo la radio y lo primero que oigo es... un anuncio de Esquerra Republicana dels Paisos Valencians!!!!! El demonio intentaba comunicarse conmigo. La noche, todavía cerrada, se cernía sobre mi cabeza, sobre mi alma, con sus uñas afiladas en las estrellas, esperando el momento de mi tremebunda muerte. Pero, a pesar de todo, seguí conduciendo en dirección a Alcoy por la autovia... la autovia de las curvas de la muerte!!!!
El primer hecho paranormal(a parte de oir a un esbirro de Carod Rovira por la radio) me ocurrió a las 7.15 de la mañana a la altura de la entrada de San Vicente norte. En ese tramo algo debe haber ocurrido pues desde hace un año lleva en obras, y no parece que tengan final. Como consecuencias de estas obras, lo que antes era una recta para pillar los 120 km/h sin problemas ahora se ha convertido en dos supercurvas para dejarte los piños y el cerebro en el asfalto. Es en este punto donde el misterio alcanza su punto álgido...
(pausa dramática)
En la segunda curva había una figura que no se distinguía bien, pero estaba allí erguida, recta, moviendo el brazo, seguramente para que parara y la recogiera. Yo ya había oido historias sobre la autoestopista fantasma que se te aparecia en una curva cuando ibas muy rapido, asi que haciendo caso omiso a sus exigencias, apreté aun más para salir de aquel campo fantasmal. Pero el terror se había apoderado de mi mente. La radio comenzaba a oirse mal, el coche parecía que no pasaba de 100 km/h y había una oscuridad total que no te dejaba ver más allá de la luz de tus propios faros. Sin duda estaba de camino al infierno. Tal vez si me hubiera parado a recogerla me habría llevado por el camino. Entonces, en ese momento, miré en el retrovisor y vi... nada! No habia nada en el asiento de detrás excepto mi maleta. Respiré tranquilo y continué mi camino. Una vez que pasé Agost el camino volvió a tener luces y el coche pillaba más velocidad. Poco a poco iba recorriendo los kilómetros que separaban la urbe alicantina del pueblo alcoyano, hasta que... la volví a ver.
Justo despues de Ibi y casualmente al lado de una máquina que trabajaba en el borde de la autovía volví a ver a aquella figura. Esta vez la vi de una forma mucho más nítida y clara, pero aunque me dió mucha pena, no paré para ayudarla. Se ve que el tío de la máquina le había quitado la ropa a la pobre chica y para que no saliera desnuda a la calle le había dejado la ropa de trabajo, con su camisa a cuadros, su chaleco reflectante, su casco, pantalones, e incluso la había puesto a trabajar moviendo una señal que ponia "reduzca la velocidad" de arriba a abajo. Era un sinvergüenza ese hombre... aprovecharse así de una pobre chica. Y encima difunta. Me dio mucha lástima verla, pero como he dicho antes, no paré. Eso se ve que la enfureció aún más y me guardó el peor de los castigos para nuestro tercer encuentro.
Al fin llegué a la antiquisima y montañísima población de alcoy. Si alguna vez vais allí, no os lleveis un coche. Es mejor una cabra montesa, porque no hay una puta calle en horizontal. Todas, todas, todas estan en pendiente. Bueno, el tema es que llegó a mi primer destino, que está al lado de un barranco y comienzo a trabajar. Por suerte, termino pronto y me da tiempo suficiente para tomarme con calma el camino del siguiente, sin tener que hacer el crazy taxy, de forma que enchufo el gps y le digo que me lleve a mi destino. Fue en ese momento... cuando la chica de la curva volvió a por mí, o más bien, hizo que yo fuera a por ella. El gps marcó un camino muy corto montaña arriba. Como el proximo destino estaba también en un barranco, decidí no buscar una ruta alternativa ya que esta posiblemente era la más corta, de forma que comencé a ir por una carretera que casi era una pared de lo vertical que era. De repente el camino se divide en dos y me veo un cartel pone "banyeres" a la izquierda y otro que pone "preventori" a la derecha, y oigo una voz que dice "gire usted a la derecha en 50 metros". Yo seguía confiando en la tecnología de mi movil asi que le hice caso, y fue un error fatal. Conforme fui entrando en la carretera hacia el preventori una espesa hojarasca comenzaba a cubrir la vista hacia el cielo como una cúpula de gótico. Parecía que en aquel lugar no llegaba la luz del sol. El terror se apoderaba de mis congelados huesos, y volvía a escuchar voces en mi cabeza que decían "da la vuelta, gilipollas" "aqui no se te ha perdido nada".
Súbitamente, me pareció ver a una niña correteando por aquella carretera. El coche no iba a más de 30 km/h por lo que no pude alcanzarla, sin embargo, mi vista no le dió tanta importancia a aquella espectral forma pues mis ojos estaban totalmente concentrados en la fastuosa forma del edificio del preventori de Banyeres.
Aquel lugar maldito, del que nunca antes habia oido hablar(yo conocia el de aigües pero no el de banyeres) se alzaba imperativamente sobre mi, como un gigante mostruoso que observa a su victima antes de comersela. Decidí parar el motor y salir para fumarme un cigarro, tranquilizarme y tomar algunas fotos del lugar con el movil. Sin embargo, el movil se apagó y por mucho que le daba no se encendía. Algo habia en ese ambiente que no me gustaba en absoluto. El viento, el silecio... eso era. No se oia absolutamente nada. Ni el crepitar de las hojas con el viento. Nada. Y fue entonces cuando la vi... Aquella forma espectral que habia visto en la carretera dos veces, estaba ahora en una de las ventanas del segundo piso, mirándome fijamente y haciendo su característico gesto con el brazo, aunque en esta ocasión, no se si por la suciedad de los cristales, me pareció ver que tenía perilla, una gorra y un limpiacristales en la mano. Aún así, decidí no quedarme ahí ni un segundo más por lo que subí al coche y di media vuelta. Conforme salí de aquel lugar el teléfono y el GPS volvieron a funcionar, y curiosamente no había constancia en el mapa de mi posición. Le volví a pedir al GPS que me trazara la ruta hacia mi destino, y curiosamente era totalmente distinta a la que me había llevado a aquel misterioso lugar. ¿Casualidad? ¿Hechos paranormales? ¿Fuerzas ocultas que manejan a su antojo los dispositivos móviles Nokia? ¿Qué quería de mí la chica de la curva? ¿Por qué cambiaba tanto de ropa y de aspecto? ¿Por qué en alcoy no tienen una puñetera calle horizontal?
Como veis aún quedan muchas incógnitas por descubrir en esta historia que seguro tendrá su continuación.
¿Que misterios me esperan mañana por las carreteras de Elche?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uhhmm...yo diría que la chica de la cura tiene manguera, y quiere utilizarla para ponerte gasolina..jaja¡. Oye la sesión de hipnosis que me hicieron estubo muy chula, ya te contaré un dia q esé menos ocupado, que llevo dos trabajos uno para el lunes y otro para el martes. Un saludo¡¡¡